miércoles, 15 de junio de 2011

Recordando para QUIEN Trabajamos

Recordando para QUIEN Trabajamos

Una de las cosas más difíciles de entender cuando trabajas con el Ministerio Juvenil es RECORDAR realmente para QUIEN Trabajas

Con una edad como la de los jóvenes, lo que es más común son : (ojos sarcásticos, las miradas desconectadas, hablando incesantemente, falta de paciencia, etc.) En medio de todo eso a veces a algun lider juvenil le llego las ganas de dejar de trabajar con ellos, pero recuerda que los jóvenes no son tus jefes.

Si eres un lider voluntario, es posible que alguien te hubiera reclutado a llenar esa posición. Aunque eres nuevo o un veterano, es fácil para confundir a la persona que te pidió a hacer el trabajo y que esa persona es el jefe. Si eres pagado para hacer el trabajo es más sencillo el paso de entender mal al que te dio el trabajo como el que está sobre ti (aunque en manera práctica, si lo son).

La línea final es ésta: cuando estás compartiendo tu corazón y las escrituras con los jovenes, tu responsabilidad es primeramente con Dios. —¡tu eres llamado a ministrar a los jovenes del Señor del universo! Los resultados de tu ministerio no debe ser medido por los jovenes que tienes en tu grupo o por los padres o por cualquier otra persona, sino por la voz de Dios que escuchas constantemente en tu corazón que dice, “bien hecho mi hijito, lo estas haciendo bien”.

Enseñar es un trabajo difícil y no estoy sugiriendo que no respetes o que ignores las ideas de la gente a tu alrededor, como los otros maestros, padres o líderes de la iglesia pero te recomiendo que recuerdes a quien REALMENTE sirves.

En Romanos 1:6, la Biblia nos recuerda que somos llamados a pertenecer a Jesús porque El es nuestra autoridad, nuestro ánimo y nuestro propósito. Cuando los resultados en el ministerio juvenil parecen ser muy pobres desde tu punto de vista, de seguro El aún está agradado con nuestros esfuerzos, si realmente te esfuerzas. Cuando tenemos el deseo de renunciar, El nos está instando a seguir.

A veces miramos a nuestro alrededor y comparamos nuestro ministerio con los demás. Siempre hay un grupo de jóvenes más grande o un lider que es mejor, las comparaciones son para olvidarnos de lo que de verdad vale "ver que los jóvenes están viendo a Jesús por medio de nosotros que nos esforzamos y hacemos la voluntad de Dios" porque nosotros como lideres solo somos instrumentos de Dios y por lo tanto debemos dejarnos usar como tal.

Jeremías ministró por 40 años y nadie lo escuchó. Pero en Jeremías 20:9 el lamentó que aunque el tratara de no predicar el evangelio, el no podía dejar de hablar de eso porque era como un fuego en sus huesos. Tú puedes ser un lider o un pastor que predica por años con resultados limitados—pero Dios tiene una vista más grande que a veces no podemos ver.

Recuerda que tu labor no es vana si estás trabajando para el Señor.

No olvides para quien trabajas y debes apoyarte en El cuando los tiempos son difíciles.

Dios te bendiga y te de sabiduria para seguir adelante amado Lider

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