El Mejor Asiento del Ministerio Juvenil
Una de las cosas que más procuro cuando voy a ir a una actividad es buscar que pueda obtener el mejor asiento posible. Es muy molestoso llegar a un lugar y sentarse en un espacio donde la visibilidad sea muy difícil. Personalmente me refiero a esos conciertos, eventos deportivos y aún las películas que veo en el cine junto a mi esposa Raquel. No hay nada peor que después de haber estado esperando por mucho tiempo para ir a ser parte de un evento, las sillas disponibles sean tan lejanas que la vista parezca presentar a hormigas el escenario. Ni hablar si cerca de donde nos sentamos hay una columna o algún objeto que obstaculice la vista. En ese sentido me pongo a pensar como estamos haciendo para proveer un espacio cómodo para que los chicos y chicas que asisten a nuestros grupos puedan tener “buenos asientos” para poder apreciar de cerca la presencia de Dios en sus vidas y no que se convierta en una actividad microscópica que requiera de ciertos equipo de magnificación para poder ver. Me parece que ese puede ser el caso de muchos de nosotros en el trabajo ministerial cuando la prisa y el afán por la “excelencia” nos dominan y obviamos la importancia del servicio. (Te recomiendo leer el articulo completo, o lo podes descargar)
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