Codigo del LIDER DE JOVENES
Un ministerio juvenil de impacto y de efecto requiere que sea basado en relaciones discipulares, no tendría sentido un ministerio donde los pastores y líderes de jóvenes solo se conozcan aéreamente, un ministerio fuerte se basa en relaciones de discipulados fuertes.
Ser pastores requiere cualidades que inviten a los jóvenes a seguir un estilo de vida cristiano que supuestamente nosotros llevamos.
A continuación varias de estas cualidades:
1. Ser como padres:
El pastorear jóvenes implica el ver a estos como a hijos, saber sus necesidades y suplirlas, tu prioridad son ellos, por lo que tienes el deber de cuidarlos, protegerlos, aconsejarlos, formarlos, confrontarlos, entre otros atributos (asignaciones) que implica ser padre.
Tu responsabilidad es prepararlos para enviarlos al trabajo del ministerio, (mayoría de edad) y que este, enfrente los retos más capacitado que tu cuando fuiste enviado.
2. Ser amigo (Juan 15:14-16.):
No basta con suplir sus necesidades y con entrenarlos, si no te conocen tan bien como a un verdadero amigo, deben conocerte tan bien que más haya de que seas su autoridad espiritual, ellos puedan ver en ti al amigo, a quien está en la plataforma ministrando y predicando, pero a quien me le puedo acercar, abrirle mi corazón y mostrarle que hay en el.
Los que saben que más haya que tu seas un pastor, tu eres su pastor.El joven debe sentirse con toda la confianza de contar contigo y la relación con cada uno de tus muchachos debe ser bilateral y privada.
3. Ser su modelo (1corintios 11:1):
Deben ver en ti a alguien digno de seguir, una persona de fe y pasión por Dios y su obra, deben ver en ti integridad y humildad, sin tacha alguna y que corres hacia donde Dios te ha llamado.
Ellos deben ver primeramente en ti, el reflejo de la luz de Cristo, alguien que tiene toda su vida dedicada a Dios y que como David, tiene su mismo corazón.
4. El Deber de confrontación:
Los problemas pequeños al cabo de un tiempo, pueden convertirse en la peor pesadilla del desarrollo integral de los jóvenes y del ministerio.
Tenemos que aprender a confrontar a los muchachos cuando tienen conductas anormales que le puedan hacer daño, cuando están afectados por pecados, malas decisiones tomadas y cada vez que estos estén en peligro de que cualquier cosa les tiente.
La labor de prevención es importante para evitar desviaciones en el camino, son muchos los errores que se cometen por falta de prevención.
Como pastores debemos meternos en su vida, si tomó una mala decisión decírselo claro, aunque les duela a los dos, pero nunca te quedes callado.
No hagas énfasis tanto en el error, sino en la solución, ayudarle a superar sus errores, restáuralo.
5. Aprende a ver su potencial:
Debes aprender a reconocer el ministerio al cual Dios lo llamo, ver su potencial te ayudará a identificar el área donde Dios lo quiere; tienes que verlo como un producto terminado, mostrarle lo que lleva dentro y ayudarle a desarrollarse.
6. Debes probarlo y reconocerlo (1 Timoteo 3:10.):
En otras palabras examínalo, ve como actúa en su vida normal, donde el muchacho no se sienta que lo están vigilando o probando, sino que en su actuar natural, muestre su crecimiento, madurez y logros, para reconocerlo, afirmarlo por lo que es, reconocer sus logros y buscar oportunidades para asignarle mas responsabilidades (trabajo ministerial.).
Cuando alcance algo por pequeño que sea, felicítalo y celebra sus logros como si fueran tuyos.
7. Debes trabajar para la afirmación del ministerio (Eclesiastés 2:18-19):
Debes trabajar para un futuro, ellos son tus herederos en el servicio, por lo tanto, debes tener en cuenta que la visión que Dios te dio sobre el ministerio, es de ellos también y ellos la tienen en sus manos, lo que hagas por ellos ahora, será tu trabajo mañana en el ministerio cuando no estés.
En la primera parte hablamos sobre algunas cualidades que un pastor de jóvenes debe tomar en cuenta para un trabajo efectivo, lentes que nos harán ver el camino más claro.
En esta parte continuaremos con varias actitudes y cualidades, que debemos aplicar a nuestras vidas y nos serán de instrumentos poderosos para un trabajo eficaz en el ministerio con los jóvenes.
Estas cualidades son:
1. La madures:
La madures que tengamos determinará nuestro trabajo, que será de la salud espiritual de los que están bajo nuestra cobertura, hoy más que nunca necesitamos personas maduras en el ministerio juvenil.
Cuando hablamos de madurez decimos que es:
- Personalidad y carácter definido:
El saber quien soy, y cuales son mis temores y cuales son mis defectos.
El pastor que no conozca sus defectos y no luche contra ellos le será difícil lidiar con los defectos de otros.
- Misión y visión:
Saber que quieres y hacia donde te diriges, para que estas en el mundo. (¿Cuál es tu función?). Cuando Dios da un visión a un Hombre, le muestra el problema que viene a ser el por que de la visión, no hay visión sin que exista un por que. (un problema) (Eh 1.2-3.).
Esta debes transmitirla a los que sirven contigo en el ministerio (tanto los que están bajo tu cobertura, como los que son tu cobertura espiritual.) (Neh 2.4-7, 2.17-20).
Como mencionamos antes, tú eres un modelo que ellos ven y si eres inconstante, ellos serán inconstantes, por lo tanto la madurez no es importante, es vital.
2. Tu identidad está definida por tu llamado:
Tu identidad es la que Dios te da, es la identidad de un pastor de jóvenes, no hay forma en que no pensemos y actuemos como un pastor. Tengamos titulo o no de pastor, es lo que somos, nadie te pude quitar esa condición.
3. Aprende a delegar (Deut 1.9-18, 1Tim 3.8-13):
Aprende a delegar en otros, ya que un ministerio grande requiere muchos lideres. Por lo tanto, lo recomendable y lo más sano es que en quien delegues, sean personas que tengan una visión conectada a la tuya, con un corazón de siervos, personas de tu confianza, no neófitos, personas con cierto grado de madurez y con un espíritu de crecimiento espiritual progresivo, probados en fidelidad, compromiso y amor.
4. Debes estar abierto a nuevas estrategias (Jos cap. 6 al cap. 8):
Debes estar abierto a los cambios en las estrategias, que Dios quiera hacer, no podemos poner un molde a Dios.
5. Aprende a escuchar (1 Sam 17.32-40):
Debes aprender a escuchar hasta los más pequeños de tus discípulos, tu tienes que saber que estás pastoreando a un instrumento de Dios que trastornará un área que necesita ser impactada y probablemente sea el que te suceda en el ministerio, no tengas en poco a nadie, esta siempre abierto a la ministración y los consejos de los tuyos, ya que son las personas que Dios te puso como ayuda.
6. Ábrete a Dios (1 Tim 4.1-5, Neh 4.17-18):
Toda ministración que Dios quiera hacer en tu equipo (ministerio) no debe encontrar obstáculo, pero debes saber siempre quien es el canal, muchos querrán ministrar a tu gente, pero tu como su pastor eres quien permite quien entra y sale del rebaño, debes tener de lo que suceda, esto te ahorra el tener que reparar destrucciones del diablo, en otras palabras has murallas, pon porteros y atalayas, aprende a discernir los espíritus.
7. El trabajo en equipo (Ecl 4.9-12)
El trabajo en equipo con otros ministerios y dentro del mismo ministerio, hará que actúes con fuerza en el campo de batalla, para alcanzar metas comunes en pro del avance del reino de Dios ''Casa desunida no prospera''.
Advertencia.
Por Alexander Mundaray R.
Ser pastores requiere cualidades que inviten a los jóvenes a seguir un estilo de vida cristiano que supuestamente nosotros llevamos.
A continuación varias de estas cualidades:
1. Ser como padres:
El pastorear jóvenes implica el ver a estos como a hijos, saber sus necesidades y suplirlas, tu prioridad son ellos, por lo que tienes el deber de cuidarlos, protegerlos, aconsejarlos, formarlos, confrontarlos, entre otros atributos (asignaciones) que implica ser padre.
Tu responsabilidad es prepararlos para enviarlos al trabajo del ministerio, (mayoría de edad) y que este, enfrente los retos más capacitado que tu cuando fuiste enviado.
2. Ser amigo (Juan 15:14-16.):
No basta con suplir sus necesidades y con entrenarlos, si no te conocen tan bien como a un verdadero amigo, deben conocerte tan bien que más haya de que seas su autoridad espiritual, ellos puedan ver en ti al amigo, a quien está en la plataforma ministrando y predicando, pero a quien me le puedo acercar, abrirle mi corazón y mostrarle que hay en el.
Los que saben que más haya que tu seas un pastor, tu eres su pastor.El joven debe sentirse con toda la confianza de contar contigo y la relación con cada uno de tus muchachos debe ser bilateral y privada.
3. Ser su modelo (1corintios 11:1):
Deben ver en ti a alguien digno de seguir, una persona de fe y pasión por Dios y su obra, deben ver en ti integridad y humildad, sin tacha alguna y que corres hacia donde Dios te ha llamado.
Ellos deben ver primeramente en ti, el reflejo de la luz de Cristo, alguien que tiene toda su vida dedicada a Dios y que como David, tiene su mismo corazón.
4. El Deber de confrontación:
Los problemas pequeños al cabo de un tiempo, pueden convertirse en la peor pesadilla del desarrollo integral de los jóvenes y del ministerio.
Tenemos que aprender a confrontar a los muchachos cuando tienen conductas anormales que le puedan hacer daño, cuando están afectados por pecados, malas decisiones tomadas y cada vez que estos estén en peligro de que cualquier cosa les tiente.
La labor de prevención es importante para evitar desviaciones en el camino, son muchos los errores que se cometen por falta de prevención.
Como pastores debemos meternos en su vida, si tomó una mala decisión decírselo claro, aunque les duela a los dos, pero nunca te quedes callado.
No hagas énfasis tanto en el error, sino en la solución, ayudarle a superar sus errores, restáuralo.
5. Aprende a ver su potencial:
Debes aprender a reconocer el ministerio al cual Dios lo llamo, ver su potencial te ayudará a identificar el área donde Dios lo quiere; tienes que verlo como un producto terminado, mostrarle lo que lleva dentro y ayudarle a desarrollarse.
6. Debes probarlo y reconocerlo (1 Timoteo 3:10.):
En otras palabras examínalo, ve como actúa en su vida normal, donde el muchacho no se sienta que lo están vigilando o probando, sino que en su actuar natural, muestre su crecimiento, madurez y logros, para reconocerlo, afirmarlo por lo que es, reconocer sus logros y buscar oportunidades para asignarle mas responsabilidades (trabajo ministerial.).
Cuando alcance algo por pequeño que sea, felicítalo y celebra sus logros como si fueran tuyos.
7. Debes trabajar para la afirmación del ministerio (Eclesiastés 2:18-19):
Debes trabajar para un futuro, ellos son tus herederos en el servicio, por lo tanto, debes tener en cuenta que la visión que Dios te dio sobre el ministerio, es de ellos también y ellos la tienen en sus manos, lo que hagas por ellos ahora, será tu trabajo mañana en el ministerio cuando no estés.
En la primera parte hablamos sobre algunas cualidades que un pastor de jóvenes debe tomar en cuenta para un trabajo efectivo, lentes que nos harán ver el camino más claro.
En esta parte continuaremos con varias actitudes y cualidades, que debemos aplicar a nuestras vidas y nos serán de instrumentos poderosos para un trabajo eficaz en el ministerio con los jóvenes.
Estas cualidades son:
1. La madures:
La madures que tengamos determinará nuestro trabajo, que será de la salud espiritual de los que están bajo nuestra cobertura, hoy más que nunca necesitamos personas maduras en el ministerio juvenil.
Cuando hablamos de madurez decimos que es:
- Personalidad y carácter definido:
El saber quien soy, y cuales son mis temores y cuales son mis defectos.
El pastor que no conozca sus defectos y no luche contra ellos le será difícil lidiar con los defectos de otros.
- Misión y visión:
Saber que quieres y hacia donde te diriges, para que estas en el mundo. (¿Cuál es tu función?). Cuando Dios da un visión a un Hombre, le muestra el problema que viene a ser el por que de la visión, no hay visión sin que exista un por que. (un problema) (Eh 1.2-3.).
Esta debes transmitirla a los que sirven contigo en el ministerio (tanto los que están bajo tu cobertura, como los que son tu cobertura espiritual.) (Neh 2.4-7, 2.17-20).
Como mencionamos antes, tú eres un modelo que ellos ven y si eres inconstante, ellos serán inconstantes, por lo tanto la madurez no es importante, es vital.
2. Tu identidad está definida por tu llamado:
Tu identidad es la que Dios te da, es la identidad de un pastor de jóvenes, no hay forma en que no pensemos y actuemos como un pastor. Tengamos titulo o no de pastor, es lo que somos, nadie te pude quitar esa condición.
3. Aprende a delegar (Deut 1.9-18, 1Tim 3.8-13):
Aprende a delegar en otros, ya que un ministerio grande requiere muchos lideres. Por lo tanto, lo recomendable y lo más sano es que en quien delegues, sean personas que tengan una visión conectada a la tuya, con un corazón de siervos, personas de tu confianza, no neófitos, personas con cierto grado de madurez y con un espíritu de crecimiento espiritual progresivo, probados en fidelidad, compromiso y amor.
4. Debes estar abierto a nuevas estrategias (Jos cap. 6 al cap. 8):
Debes estar abierto a los cambios en las estrategias, que Dios quiera hacer, no podemos poner un molde a Dios.
5. Aprende a escuchar (1 Sam 17.32-40):
Debes aprender a escuchar hasta los más pequeños de tus discípulos, tu tienes que saber que estás pastoreando a un instrumento de Dios que trastornará un área que necesita ser impactada y probablemente sea el que te suceda en el ministerio, no tengas en poco a nadie, esta siempre abierto a la ministración y los consejos de los tuyos, ya que son las personas que Dios te puso como ayuda.
6. Ábrete a Dios (1 Tim 4.1-5, Neh 4.17-18):
Toda ministración que Dios quiera hacer en tu equipo (ministerio) no debe encontrar obstáculo, pero debes saber siempre quien es el canal, muchos querrán ministrar a tu gente, pero tu como su pastor eres quien permite quien entra y sale del rebaño, debes tener de lo que suceda, esto te ahorra el tener que reparar destrucciones del diablo, en otras palabras has murallas, pon porteros y atalayas, aprende a discernir los espíritus.
7. El trabajo en equipo (Ecl 4.9-12)
El trabajo en equipo con otros ministerios y dentro del mismo ministerio, hará que actúes con fuerza en el campo de batalla, para alcanzar metas comunes en pro del avance del reino de Dios ''Casa desunida no prospera''.
Advertencia.
El ministerio juvenil es el ministerio más difícil, te llevará tiempo y esfuerzo, tendrás que tener paciencia y firmeza, así que si no eres capaz de amarlos tanto para entregar tu vida por ellos, no te involucres a trabajar en este ministerio, por tu bien y el de ellos.
Por Alexander Mundaray R.
2 comentarios:
Estan increibles todos los materiales que manejan en su página, me dieron muchísimas ideas para mis chic@s...muchísimas gracias y que Dios los bendiga :D
muy buena toda la consejeria, me dieron muchas herramientas importantisimas para los jovenes Dios les bendice grandemente(Y)
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