miércoles, 14 de abril de 2010

Reflexion - CARTA DE UN BEBE

bebe1

Hola mami, ¿cómo estás?...

Yo muy bien, gracias a Dios hace apenas unos días me concebiste en tu pancita.

La verdad no te puedo explicar lo contenta que estoy de saber que tú vas a ser mi mamá, también me llena de orgullo el amor con el que fui concebida...

¡Todo parece indicar que voy a ser la niña más feliz del mundo!

Mami ha pasado ya un mes desde mi concepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpecito se empieza a formar, no estoy tan bonita como tú, pero pronto seré como tu.

¡Estoy muy feliz! Pero hay algo que me tiene un poco preocupada...

Últimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabezita que no me deja dormir, pero bueno, ya se te pasará mamita.

Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz con mis nuevas manitos y de veras que tengo ganas de utilizarlas para jugar.

Mamita dime que te pasa, ¿por que lloras tanto todas las noches?

¿Porque cuando papi y tú se ven se gritan tanto?

¿Ya no me quieren, o qué? Voy a hacer lo posible para que me quieran...

Han pasado ya tres meses, mami, te noto muy deprimida, no entiendo que pasa, estoy muy confundida.

Hoy en la mañana fuimos con el doctor y te hizo una cita para mañana.

No entiendo, yo me siento muy bien... ¿acaso te sientes mal, mamita?

Mami, ya es de día, ¿a dónde vamos?

¿Qué pasa mami? ¿Por qué lloras?... No llores, si no va a pasar nada...

Oye mami, no te acuestes, apenas son las 2:00 de la tarde, es muy temprano para irse a la cama, y yo no tengo sueño, quiero seguir jugando con mis manitas.

¡Ay, ah!... ¿Qué hace ese tubito en mi casita?

¿A poco es un juguete nuevo?, ¡Oigan! ¿Por qué están succionando mi casa?

¡MAMI! ¡Esperen! ¡Esa es mi manito!

¿Señor, por qué me la arrancan? ¿Qué no ve que me duele? ¡Aaaahhhh!

¡Mami defiéndeme!, Mamá... ayúdame! ¿Qué no ves que todavía estoy muy chiquitita y no me puedo defender?

Mamita mi piernita, me la están arrancando!, ¡Aaaaahhhhyyy!. Por favor diles que ya no sigan, te prometo que me portare bien, ya no te vuelvo a patear.

Ahh... mamitaaaa..... ya no puedo más, me... ay.... mami... mami... ay... ¡aayudameeeeeeeeeee!...

Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día, y yo desde aquí observo como todavía te duele esa decisión que tomaste.

Por favor, ya no llores, acuérdate que te quiero mucho y aquí te estoy esperando con muchos abrazos y besos. Te quiere mucho, tu Bebé.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta historia siempre me hace llorar...

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